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Historias Cruzadas / The Help, de Tate Taylor

Written By sitemp3 on Sabtu, 28 Januari 2012 | 08.13

Corrección Política para Principiantes

Miguel Cane


La existencia de filmes como Historias cruzadas – título inane impuesto por la distribuidora en lugar del que en español ostenta el libro en que se basa: Criadas y señoras, por miedo a la polémica – es algo calculado por los estudios: una cinta “de calidad”, basada en un best-seller, para obtener la mayor cantidad de premios. Por lo mismo, ver a estupendas actrices como Viola Davis, Sissy Spacek, Jessica Chastain (esta chica está en todas partes, y en todas actúa muy bien), Alison Janney o Mary Steenburgen en una cosa como ésta es prácticamente una infamia. Lo mismo va para la joven y notable Emma Stone, una irreconocible Bryce Dallas Howard o la galardonada Octavia Spencer, quienes hacen un buen trabajo en una trama condescendiente, predecible y a la postre, humillante, disfrazada de buenas intenciones dizque anti-racistas.



A principios de los 60, el sur de los Estados Unidos era (y en muchos aspectos aún es) un hervidero de discriminación clasista y racial. Los niños blancos son criados por 'nanas' de color, pero la barrera entre ambos pronto se hace visible, aún si esas mujeres negras son más importantes en su vida que sus propias madres. Joven y rebelde, Eugenia "Skeeter" Phelan quiere ser escritora y en su ciudad, Jackson, Mississippi, encuentra el material perfecto: contar las historias de las mujeres encargadas de las labores domésticas de la gente pudiente, todas ellas hijas y nietas de esclavos, que le revelan el hecho de que aún cien años después de la Guerra Civil, las cosas han cambiado muy poco para ellas.

Aibileen Clark (Viola Davis) es su Virgilio en ese mundo que ella desconoce y es quien comienza a relatar sus experiencias como parte del servicio doméstico. Este relato va aderezado de viñetas que van del melodrama al gag barato, apelando a la sensiblería más chabacana y al mínimo común denominador. Si bien la película está muy bien interpretada – se nota que Sissy Spacek se divierte horrores con su pequeño papel de gran dama gruñona – los personajes son meros estereotipos (la racista mala y cruel, la chica buena y liberal, la borrachita simpática con una tragedia en su vida, la criada respondona y vengativa que no se deja ningunear, la nana abnegada, etcétera) dignos de una telenovela.

La resolución no es mejor y el resultado es obvio: donde unas recibirán su castigo, otras alcanzarán una ostensible madurez o dignificación (según sea el caso). Todo bonito y bien dispuesto, para que el espectador menos exigente salga satisfecho y creyendo que ha visto algo que lo ilustró (esa terrible tendencia al didactismo de algunas películas estadounidenses) y que vio algo con “mensaje”. Sí. El mensaje es “seamos buenos con nuestros semejantes. No nos vayan a hacer comer algo feo por ser crueles.” Manipulación maniquea, melodrama simplón y dirección mediocre, pero suficiente ñoñez y corrección política, que es muy de hoy. No desperdicie su tiempo.

Historias Cruzadas / The Help.
Con Emma Stone, Viola Davis, Octavia Spencer, Bryce Dallas Howard, Alison Janney, Mary Steenburgen, Cicely Tyson, Jessica Chastain y Chris Lowell.
Dirige Tate Taylor.
EU 2011.


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Drive, de Nicolas Winding Refn

Written By sitemp3 on Kamis, 26 Januari 2012 | 12.53

Un Noir Postmoderno

Miguel Cane


En Drive, el formidable realizador noruego Nicolas Winding Refn vuelve a presentarnos a un protagonista parco en palabras, pero rico en emociones, tal y como hizo en su espectacular Valhalla Rising y lo vuelve a introducir en un viaje existencial.




Esta vez la acción tiene un trayecto es menos onírico; el conductor que es el personaje central de la historia, encarnado por Ryan Gosling, con aplomo, mesura y dosis impactantes de carisma, es anónimo, silencioso, sereno, sin pasado, sin historia ni futuro. Simplemente se sabe de él el trabajo que realiza. Este tipo de antihéroes remite a los gloriosos personajes interpretados por Clint Eastwood para Sergio Leone.


Con una estética noir, una destacada atmósfera y mucha influencia de títulos como Bullit o Vivir y morir en Los Ángeles. Ahora bien, hay algo que el espectador debe saber de antemano. Esta no es una película de acción común y corriente: hay escasas secuencias trepidantes y para ser una película sobre un conductor, hay pocas persecuciones. Quien espere ver una cinta llena de secuencias con ritmo, explosiones y tubos de escape, estilo Fast & furious, mejor que busque otra cosa. Este es un filme perfectamente estilizado, con un control tenso de su historia palpable en todo momento. Es magnética, excitante, fría, peligrosamente adictiva.



Este gran control es gracias al soberbio trabajo de Nicolas Winding Refn, quien ganó el premio a la mejor dirección en el Festival de Cannes de 2011, categoría en la que podría haber sido vencedor en cualquier otro certamen y también con cualquiera de sus dos películas anteriores, Valhalla Rising y el enorme Bronson. Es particularmente importante su labor aquí ya que su estética, atmósfera y pulso sustituyen aquí la trama, que es básicamente un giro sobre la idea de un robo fallido y se basa en un protagonista que deliberadamente no tiene una psicología explorada en ningún momento. Es una película que resulta apasionante pero no por lo que cuenta sino por cómo está hecha.

Ryan Gosling, es un actor enorme y fascinante (que la Academia lo haya ignorado es un crimen) capaz de hacer trabajos de gran veracidad y humanidad. Es el protagonista perfecto en un filme dirigido por uno de los realizadores más interesantes actualmente y quien vuelve a demostrar su gran dominio tras la cámara en un filme que para los amantes de la acción pura puede resultar aburrido, pero que tiene toda la calidad necesaria para ser considerado de culto desde el momento de su estreno y que ningún cinéfilo de pura cepa debe dejar pasar.

Drive
Con Ryan Gosling, Carey Mulligan y Albert Brooks
Dirige Nicolas Winding Refn
EU/Noruega/Gran Bretaña 2011



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Jersey Shore saison 5 arrive bientôt sur MTV, bitch !

Written By sitemp3 on Kamis, 19 Januari 2012 | 04.27

jersey shore

Si vous ne connaissez pas encore l'émission "Jersey Shore" diffusée sur MTV, préparez-vous ! La saison 5 débarque en mars en France, et croyez-moi, ça va encore être bien trash !
Pour les novices, voila le pitch : Prenez des jeunes américains du New Jersey, d'origine italienne, cramés aux UV, fans de muscu, avec des coiffures improbables et des tenues super pouffes, passant leur temps en boîte de nuit ("les guidos et les guidettes"), et filmez les : Le résultat est absolument énorme ! Les filles sont des super bitches qui ressemblent à des travelos, et les mecs, bah... c'est pas mieux ! Entre bagarres, dérapages sans culotte dans les night-clubs, gamelles régulières des filles (ou, parce que marcher sur les pavés avec 12 cm de talons quand ont a 3 grammes dans chaque bras, ben, c'est pas facile, hein !), c'est grandiose !
La mascotte de cette émission est l'emblématique et inénarrable Snooki (Nicole Polizzi), qui aime les cornichons, faire "smoosh-smoosh" avec tout ce qui bouge, et qui boit du matin au soir : Comme je vous le disais, c'est vraiment l'émission à ne pas rater sur MTV !
En ce moment ils rediffusent la saison 4 qui se passe à Florence en Italie, et c'est mythique !
Et vous, connaissez-vous Jersey Shore ? Qu'en pensez-vous ? Moi je suis fan !

snooki jersey shore

Voila la bande-annonce de la saison 5 :


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Biopics: la apuesta segura

Written By sitemp3 on Rabu, 18 Januari 2012 | 06.20

Todo actor que quiera un Oscar, sabe que la mejor manera de lograrlo es realizar una biopic. Aquí, un recuento de algunas de las más exitosas y oscarizadas en memoria reciente.

Miguel Cane



Usted lo sabe, si es un actor de Hollywood y quiere ganar un Oscar, lo que tiene que hacer es una pelicula en la que encarne a un personaje famoso de la vida real – hay puntos extra si es alguien con impedimentos o si es un músico/a – que tenga un episodio dramático en su vida: adicción a los estupefacientes, violencia doméstica, poliamor, etcétera. No falla. A la Academia el sentido común le sale disparado por la ventana y cuando el retrato es lo suficientemente realista, la estatuilla ya está prácticamente en las manos del intérprete. ¿No lo cree? Vea los casos de actores/actrices más bien limitaditos como Jamie Foxx o Marion Cotillard, se hicieron de prestigio (y en el caso de la Cotillard, que solo es capaz de interpretar bellísimas variaciones de sí misma, por lo que muchos dicen que su Piaf es un logro, de fama internacional) y celebridad. Este año, Meryl Streep podría obtener su tercer Oscar por su interpretación como la polémica y poco querida ex primera ministra de Reino Unido, Margaret Thatcher en La dama de hierro. Y aunque sería poco halagador que ganase por hacer de un personaje tan nefando, es una gran posibilidad. Y aqui recordamos algunas actuaciones en biopics que fueron premiadas...

Toro Salvaje
(1980)
Legendaria cinta de Martin Scorsese en la que Robert DeNiro literalmente se convierte en el boxeador Jake LaMotta, describiendo su llegada a la cima y su estrepitosa caída. Realizada en blanco y negro y con una urgencia casi documental, esta película es uno de los trabajos más formidables del cineasta neoyorquino, si bien no logró el Oscar a la mejor película – ese privilegio fue para Gente como uno, debut de Robert Redford – se llevó un Oscar para Bobby, (el segundo) y se ganó un lugar como una de las mejores biopics de la historia.



La hija del minero
(1980)
Sissy Spacek no ganó un Oscar por su formidable creación como Carrie White, la adolescente atormentada que se desquita de un pueblo entero en la cinta de Brian DePalma sobre la novela de Stephen King. Sin embargo, Michael Apted le valió una estatuilla al convertirla, literalmente, en la célebre Loretta Lynn, diva del country cuya vida fue un drama. No solo cantó sus propias versiones de las canciones, sino que lució fabulosas pelucas que se merecían tanto el premio como ella.



Ed Wood
(1994)
¿Se acuerdan cuando Tim Burton hacía buenas películas con Johnny Depp? ¿Sí? Esta probablemente es la mejor, anterior a la época en que se volvieron esclavos de Mr. Dollar y de sus hordas de fans (así en plural). Aquí Burton rinde homenaje a Edward Davis Wood Jr., considerado el peor cineasta del mundo, objeto de culto, travesti perdido, iconoclasta pendenciero, rockero, insurgente moderno, complaciente, poeta y alucinado (entre otras cosas) Martin Landau brilla haciéndola de Bela Lugosi ganándose un Oscar por su brillante trabajo. De todas las biopics hechas antes de que fueran un cínico requisito para ganar estatuilla, esta es una de las más notables y emotivamente ricas. Lástima que Burton & Depp ya no sepan hacer cosas así.



Capote
(2005)
Hubiera sido muy fácil hacer un estereotipo de una película acerca de Truman Capote – vamos, el propio Capote sabía que era un estereotipo andante – y Philip Seymour Hoffman lo sabía, así que se lo tomó muy en serio, para transforamarse en el autor de Desayuno en Tiffany's justo cuando escribía su obra maestra: A sangre fría. El trabajo de Seymour Hoffman es logradisimo (y los trucos de cámara le ayudan, mide 1.80 donde Capote era veinticinco centímetros más bajo) hasta en la voz. Este Oscar estaba cantado, aunque muchos opinan que el Capote de Toby Jones en Infamous es incluso mejor.



Ray
(2004)
Jamie Foxx era la opción menos ortodoxa para encarnar a Ray Charles en la biopic acerca del prodigio invidente del piano. Foxx solo había hecho comedia y rapeado, pero Taylor Hackford creyó en él y le sacó la única interpretación realmente buena que ha tenido en su carrera (ni Michael Mann ha podido hacerlo actuar), con matices y sentimiento (aparte de hacerlo tocar el piano a ciegas). Después del Oscar Foxx se volvió perezoso y no ha vuelto a hacer nada interesante.



Mi nombre es Harvey Milk
(2008)
Sean Penn – que siempre es tan intenso – obtuvo su segundo Oscar por su relajada, matizada y hasta entrañable encarnación de Harvey Milk, el activista gay que obtuvo un puesto de elección popular en San Francisco y fue asesinado en su oficina, en un caso que fue un escándalo y un momento clave en los derechos igualitarios. Dirigida por Gus Van Sant, que había andado deambulando por los cañones del cinema independiente, la cinta es preciosa... excepto por un detalle. La atroz aparición de Diego Luna como la pareja de Milk. Una cosa es hacer de una loca estridente (presuntamente así era el personaje) y otra, es hacer de una loca estridente muy fingida para que la gente no se olvide de que no eres gay y Diego hace un ridículo insufrible.



La Reina
(2006)
El triunfo en los Oscares de Helen Mirren por su preciosista retrato de Isabel II en este filme de Stephen Frears, que especula acerca de la vida de la soberana en los días inmediatamente posteriores a la repentina y engorrosa muerte de su ex nuera, la plebeya ésa que nunca debió casarse con Carlos y que acabó convertida en una santa mártir gracias a la Prensa Rosa, estaba más cantado que el Cielito Lindo. No que Dame Helen no se lo mereciera y no que su trabajo no fuera impecable, pero ese año acabó por opacar a todas... y no ha vuelto a encontrar un rol a la altura de sus muchos merecimientos.



La vida en Rosa
(2007)
Odiosa cinta pseudobiográfica que ostensiblemente cuenta la historia de Edith Piaf cuando era solo una chamaca que se ganaba la vida cantando en la calle. Llena de mentiras y medias verdades, la película es condescendiente y chafa... pero cuenta con una actuación muy cuidada de la Cotillard en el rol central, y además (según se dijo) ella misma canta a Piaf en vez de hacer fonomímica (que es el procedimiento habitual), lo que le valió que le arrebatara de las manos a la celestial Julie Christie, que realmente se merecía el Oscar por su trabajo en Lejos de ella.



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Daniel Craig: un nuevo héroe

Written By sitemp3 on Jumat, 13 Januari 2012 | 12.35

Miguel Cane

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En la recién estrenada versión hollywoodense de La chica del dragón tatuado, dirigida por David Fincher – Se7en, El Club de la Pelea – Daniel Craig (Londres, 1968) es Mikael Blomkvist, el protagonista de la exitosa saga Millenium, de Stieg Larsson, su segunda oportunidad de encarnar a un personaje icónico de la literatura de suspense, ya que también es James Bond y ha logrado hacer suyo, contra todo pronóstico, al famoso personaje creado por Ian Fleming.

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Para promover La chica, en que comparte créditos con, entre otros, Rooney Mara y Christopher Plummer, Craig, totalmente británico, alto, formal, participa en eventos de prensa organizados por el estudio, sin embargo, se mantiene siempre en guardia, aunque de manera cordial. Es por naturaleza desconfiado con la prensa y muy celoso de cuidar su vida privada, manteniéndola alejada de la atención pública, más aún desde que contrajo matrimonio con su hermosa colega Rachel Weisz. “No tengo miedo de expresar mis sentimientos en público, pero, si vendes tu vida privada, la pierdes y ya no la puedes recuperar. Así que celebramos una ceremonia íntima. Y lo hicimos así porque teníamos nuestras razones… privadas. Tú me entiendes.”

Cuando se anunció que habías sido elegido por Fincher para ser Blomkvist en su versión americana de la saga, fue algo que sorprendió a propios y extraños, incluyendote, ¿no es verdad?
“Cierto. Me sorprendió recibir la propuesta, no tanto el anuncio (se ríe). No pensé que David me considerara y me quedé muy sorprendido al recibir la propuesta formal, incluso antes que el guión. Entré al proyecto con mucho entusiasmo. Por un momento, me sentí aterrorizado, claro, pero siempre me pasa, soy un simple actor y todos los proyectos como éste, no importa cuántos años lleves en esto, te dan vértigo. Luego, cuando comenzó el rodaje, me sentí orgulloso de poder trabajar con actores como Christopher Plummer, Robin Wright, Stellan (Skarsgard) o Joely Richardson. Y por supuesto, Rooney, que hace de esta película lo que es. Sin ella, todo esto no podría ser posible y no lo digo solo por decir. Ahí están las escenas.

Daniel Craig in Sony Pictures Classics' The Mother


Obviamente sabías a lo que te metías. ¿Fue un trabajo muy exigente para ti?
Como sabes, el libro es muy duro y si ya viste la película, sabes que es una adaptación muy fiel. Por eso no pude decir que no. David me prometió que no se iba a doblar ante nada ni a cortarse un pelo para filmarla tal como quería, que es tal como es y lo hizo de un modo que me deja impresionado. Es un gran director. Es un temerario. Me gustó que su visión fuera tan apegada al libro y que la defendiera.

¿Dirías que es un retorno al cine para adultos de los 70? Es algo que ya no se hace.
Exacto. Esto es cine para adultos. Hay sexo y violencia, y son a veces explícitos,a veces sugeridos. Eso a mi modo de ver, los hace más potentes. Ojalá más estudios volvieran a atreverse a hacer películas como El Padrino o Taxi driver, con las que crecí.


El sexo explícito y violento en pantalla, como se muestra en la película, ha sido muy polémico para ciertos sectores. ¿Cómo fue para ti ver la película completa, con público?
Me fascinó ver la película con público y escuchar sus reacciones, verlos salir de la sala. Así supe que todo el tiempo David tuvo la razón. Sabía que era oscura y fuerte, pero no daba crédito a lo que se había conseguido. Lo hicimos sin el voto de confianza de muchos… así que el resultado satisfactorio. No me molesta en absoluto que tenga una clasificación para adultos. Es lo que es. Como las novelas. No se trata de algo que no tenga un público definido. Lo tiene.”

¿Qué recomiendas al espectador sobre esta cinta?
“Que vaya a verla con la mente tan abierta con le sea posible y luego se deje envolver por el universo que presenta. Espero que pueda crear un seguimiento y que impulse a su público a encontrar la capacidad de imaginar por si mismos, que es algo que ha entrado tristemente en desuso y es una aptitud que no debe perderse. Es un proyecto muy personal de David. Tiene una pasión por su trabajo y en este caso, se advierte en cada aspecto del filme. Cuando esto sucede, se nota.

¿Vieron las versiones suecas como referente?
Yo ya las conocía, aunque no las volví a ver, pero releí mucho los libros, para tener clara la visión de Blomkvist. Cuando te metes en un personaje tanto tiempo, toda herramienta que tengas a la mano, es buena. Hay gente que prefiere no hacer cosas así, pero a mi me funciona.

Evidentemente, ya firmaste para hacer las otras dos partes
Las siguientes dos partes las filmaremos en secuencia y David ya tiene muy claro lo que quiere hacer. Como actor, es rara la ocasión en la que puedes participar en algo así.

Daniel Craig at the Los Angeles private screening of Munich


Estás filmando en este momento Skyfall, tu tercera película como el 007, y esta semana se difundieron declaraciones de los productores que apuntan a que desean que encarnes el personaje en al menos cinco ocasiones más. Romperías el récord de Roger Moore y Pierce Brosnan...
“Lo que leíste es lo mismo que yo puedo decirte. No puedo ahondar, por las cuestiones legales que conoces. Pero la intención existe. James Bond es un personaje que me ha dado mucho y Skyfall es un filme que estoy disfrutando mucho hacer, pero no puedo tampoco hablar de él (risas). Tú sabes cómo es esto. Tendrán que esperar y ver qué pasa, en Octubre. ¡Ya no falta tanto!


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Con ustedes Lana del Rey

David Guzmán


Que si Lana del Rey es un ‘producto’ milimétricamente fabricado, que si es hija de un multimillonario o que tuvo una vida desastrosa al lado de un rockero vicioso, que si se inyectó algo en los labios o que si es un éxito temporal de internet, es algo que personalmente me importa muy poco o realmente nada.

Lo que me ha impactado de esta mujer, no tiene nada que ver con los chismes que se le atribuyen y ni siquiera con su belleza extraordinaria. Lo que me importa de Lana del Rey tiene que ver con su enorme talento, una preciosa voz y un estilo único que provoca un solo pensamiento: hace mucho tiempo que no nacía una artista de este calibre así que “Bienvenida señorita Elizabeth Grant, a.k.a Lana del Rey”



Esta cantante y compositora neoyorkina está causando tal revuelo que lo mismo la encontramos engalanando la portada del Billboard que alguna revista de belleza rusa, sus videos en Youtube han alcanzado millones de visitas en tiempo récord y sus presentaciones en vivo comienzan a vender totalmente las localidades.

No me extraña. Al parecer la gente también se harta de Biebers, Spears y y Gagas, todos artistas ‘comerciales’ (algunos más talentosos que otros, sin duda) que parecen olvidar lo genial que es lo sencillo y que tratan de apantallar con parafernalias, costosos vestuarios y canciones de fórmulas probadas, dejando oculto en algún lado lo más importante: el talento y el regreso a lo básico.



No importa que la Srita. Del Rey (nombre tomado de la combinación de Lana Turner y del auto Ford Del Rey) no tenga todavía un disco formal en el mercado (el mismo sale a la venta el 31 de enero de este año), tampoco importa que sus videos en onda ‘retro’ se vean hechos con tres pesos, esta cantante ya hace apariciones en populares shows de televisión, pequeños conciertos en vivo y las pocas canciones que se pueden conseguir en la red, comienzan a invadir los reproductores de música de gente ávida por escucharla.



No daré más detalles de su corta carrera (para eso está Wikipedia), ni ahondaré en lo que ella ha mencionado tantas veces de su estilo (una Nancy Sinatra gángster), ni de sus influencias “visuales” (menciona a David Lynch, entre otros); simplemente me limitaré a sugerirles estar atentos a ella, a que se olviden de todos los rumores que la envuelven y que mejor presten atención a su exquisito arte que la convertirá en uno de los grandes nombres que sonarán en el 2012; de mi se acuerdan.


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Siempre el mismo día / One day, de Lone Scherfig

Written By sitemp3 on Kamis, 05 Januari 2012 | 10.24

Siempre es hoy

Miguel Cane


Cuando una película cuenta con una buena directora al frente (Lone Scherfig hizo un trabajo excelente con Enseñanza de vida), dos buenos actores como cabezas de un elenco sólido – Anne Hathaway es posiblemente la mejor actriz de su generación, por mucho, y su carisma casi siempre basta para elevar un proyecto, mientras que Jim Sturgess tiene lo necesario para protagonizar una cinta de este tipo y Patricia Clarkson brilla en sus cuatro escenas – , tiene escenarios naturales de primera (Londres rara vez ha lucido más atractivo) y está basada en una novela de éxito, adaptada por su propio autor, es inexplicable que fracase. Pero este es el caso: Siempre el mismo día es un desastre espantoso, sin ninguna cualidad que la redima, pese a los recursos arriba enumerados. Ahora sí que ni siquiera Anne la pudo salvar.



La trama inicia el 15 de julio de 1988, cuando el petulante niño rico (pero con buen corazón) Dexter Mayhew y Emma Morley, que es pobre pero muy inteligente, se conocen e inician una relación de amistad que durará dos décadas. Entre Anne y Sturgess hay química, entonces, ¿qué es lo que no funciona? Los personajes, por mucha química que tengan los actores y mucho método que le apliquen, no interesan. Da igual si Dexter se desubica mientras busca su lugar en el mundo y cae en las drogas y el vicio de la piel ajena. No lo llegamos a conocer lo suficiente como para que nos importe. Cuando llegamos al 15 de julio de 1993 o 1997, da igual. Lo mismo pasa con Emma – Anne, como siempre, es excelente en su trabajo; su acento británico de clase obrera es perfecto, su presencia en pantalla cuando la vemos ir en bicicleta es radiante, pero como con su comparsa, también da igual.




Para cuando llega el momento en que de veras tiene que importarnos, conmovernos y sacudirnos lo que le va a pasar a esta pareja, ya lo adivinamos, lo vimos venir desde muy lejos y la verdad es que no nos importa para nada: no hay impacto emocional, no hay empatía. No es culpa de los actores – aunque uno espera sinceramente que a la Clarkson le hayan pagado bien por hacer esto – ni de la directora, que aquí es congruente con su reparto y obtiene de ellos un trabajo sólido, aunque, valga la redundancia, indiferente. Quizá en parte el problema es que David Nicholl, al adaptar su propia novela se pasa de indulgente y acaba por sabotear su propia trama, que acaba volviéndose demasiado banal y la pobreza del guión lo deja bien claro. Los recursos se sienten deseperdiciados y la sensación de desencanto se hace aparente en los primeros treinta minutos de proyección, para crecer ominosa y cargante hasta el desenlace, que se siente como una bofetada, como un chiste que se ha alargado tan innecesariamente que pierde la gracia.


Vendida como una comedia romántica (cosa que no es) o bien, como una chick-flick (cosa que tampoco es), este melodrama predecible, monótono y estéril condesciende en su publicidad, en un esfuerzo del departamento de marketing de su distribuidora para llegar a un sector del público que se acerca a la sala con la idea de que verá algo muy concreto, y no merece ser estafado. No vale la pena, y eso, considerando todo el talento involucrado, es una verdadera lástima.

Siempre el mismo día/One day
Con Anne Hathaway, Jim Sturgess, Romola Garai, Rafe Spall y Patricia Clarkson
Dirige Lone Scherfig
EU/Reino Unido
2011


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Hugo, de Martin Scorsese, por Miguel Cane (01)

Written By sitemp3 on Selasa, 03 Januari 2012 | 14.13

El cineasta neoyorquino celebra medio siglo en el cine como suele hacerlo, arriesgándose, y lo hace con una de las películas más hermosas no sólo de su carrera, sino del cine en este nuevo siglo.

Miguel Cane


El recién nacido 2012 apunta a ser un año clave para Martin Scorsese: cumplirá en el otoño 70 años de edad y, poco antes, 50 en el oficio que ama obsesivamente: el de cineasta. Los celebra con el estreno de Hugo, su primer filme diseñado en 3D —aunque puede ser visto sin ningún problema en pantallas normales, es muy recomendable verlo en su formato original—, basado en el libro La invención de Hugo Cabret, escrito por Brian Selznick y dedicado al rescate en la memoria popular del enormísimo Georges Méliès, padre del cinema narrativo y fantástico, cinta con la que Paramount Pictures también da inicio al año de celebraciones por su centenario.






El filme, que Scorsese realiza por primera vez sin el cobijo de la Warner Bros —que fuera su “casa” por más de 20 años— es una obra de cuidado detalle y preciosa ejecución, en la que consigue el balance delicado entre la fantasía y el melodrama, al más puro estilo cinematográfico de los años treinta —una época que, por otra parte, siempre le ha fascinado. Así es que Scorsese conjura un elenco sólido y vistoso, con un enorme Ben Kingsley a la cabeza (de quien hablaremos un poco más adelante), la criminalmente menospreciada Helen McCrory, Emily Mortimer, Jude Law, Sacha Baron Cohen —manejando con cuidado los matices de su personaje, ostensiblemente un villanazo propenso al slapstick, pero también con su corazoncito—, los veteranos Christopher Lee, Frances de la Tour y Richard Griffiths, y dos jóvenes actores que llevan en sus hombros gran parte de la trama y desarrollo de la cinta: Chloe Grace Moretz y Asa Butterfield como el personaje titular.



El que un cineasta como Scorsese decidiera hacer un filme semejante —una cinta de época, “familiar” y protagonizada por niños, aunque no está necesariamente dedicada al público infantil, como lo revela su trama con temas relacionados con el amor al cinema y la búsqueda de pertenecer, que le hablarán claramente a un adulto—, ha sido un movimiento polémico de su parte, pero el cineasta nunca ha sido ajeno a tomar decisiones extravagantes. A la brutal Calles salvajes (1973), primera cinta que lo puso en el mapa luego de una década de aprender el oficio, siguió Alicia ya no vive aquí, una cinta feminista y sencilla que le valió el Oscar a Ellen Burstyn. Posteriormente dio a una Jodie Foster de apenas 13 años el rol de la prostituta Iris en la hiperviolenta Taxi Driver (1976), cinta a la que además, en complicidad con Paul Schrader, dotó de un insólito final feliz. Insistió aún (y se salió con la suya) al filmar Toro salvaje (1980) en blanco y negro, casi como un documental. Después del éxito de taquilla de Casino (1995), en la que se arriesgó a llevar a Sharon Stone —célebre por su muy limitada capacidad actoral, amén de su cuerpazo—, rechazó proyectos que le garantizaban ganancias millonarias para hacer Kundun (1997), filme intimista y muy personal acerca del Tíbet. Tantas veces nominado al Oscar (premio que acabó ganando por un bodrio infame como Los Infiltrados, acaso como un voto de desesperación por parte de la Academia, que de un plumazo reparó todos sus errores), Scorsese siempre se ha acercado al cine con reverencia y amor. Hugo no es una excepción: detrás de tanto espectáculo, tanto derroche técnico, tantos efectos especiales, lo que Scorsese hace es escribir una carta llena de afecto, de entrega y entrañable admiración, al que probablemente sea el padre del cine moderno, de la narrativa en el medio, de los géneros que nos entusiasman a todos los espectadores: el enormísimo Georges Méliès.
¿Quién es ese hombre? Permítame contarle un poco acerca de él, aunque al ver Hugo, seguramente querrá saber aún más.


Méliès fue, por ponerlo de alguna manera, un hombre-orquesta. Mago, ilusionista, músico, artista, actor, director, diseñador, visionario, loco. Junto con su compañera, Jeanne D'Alcy, creó el primer estudio cinematográfico de Europa y realizó más de 100 películas, entre ellas la icónica Un viaje a la luna (1902), que forma parte intrínseca de la narrativa de Scorsese; el que Hugo Cabret (Butterfield) descubra la relación entre un autómata rescatado por su padre de un museo y el cascarrabias dueño de una juguetería en el pasaje comercial de la estación de trenes de Montparnasse, la cual desde su orfandad es el microcosmos de su vida, es un momento clave, que cambiará todo. A través de sus ojos, Hugo nos va descubriendo un mundo de inocencia y de amor, pero también de desencanto y sinsabores. Scorsese realiza su filme más emotivo en décadas, con un cuidado especial en cada detalle. El 3D le sirve perfectamente para este propósito: las barreras entre lo ilusorio y lo real —finalmente, lo que es el origen del cinema— se borran en la cinta gracias a los efectos especiales y el resultado es sencillamente perfecto.

Sólo un cineasta de esta talla se juega el todo por el todo, se lanza en un albur con todo para crear una obra maestra, que le permite demostrar no sólo que es un genio en su oficio, también que es uno de los grandes paladines del cinema y que siempre, en todas sus formas, apostará por él.


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Tenemos que hablar de Kevin / We Need To Talk About Kevin, de Lynne Ramsay

Monstruo. Con “M” de Mamá

Miguel Cane


El zombie más impactante que usted verá en esta temporada no aparece en ningún episodio de la telenovela The Walking Dead. Se trata de una mujer de cierta edad llamada Eva Khatchadourian (la enorme, enorme Tilda Swinton), que desde la primera escena en que aparece en el filme de la cineasta escocesa Lynne Ramsay Tenemos que hablar de Kevin, usted descubrirá, está muerta en vida.



Pero no siempre fue así: de hecho, Eva sueña con sus otras vidas. Con aquella en la que joven, era hermosa; cuando era una aventurera que sin más equipaje que su memoria, recorrió medio mundo – así la vemos en pleno éxtasis durante La Tomatina de Valencia – sin imaginar que su propia vida pasaría al escrutinio público. Sueña, pero cuando despierta, vemos que ella, igual que su primogénito (Kevin, encarnado con aterradora simetría y naturalidad por Ezra Miller), es prisionera de la celda en que se ha convertido su existencia.

En la novela epistolar que da origen a esta impresionante cinta, Lionel Shriver revela a sus personajes principales – la dupla madre-hijo que también son adversarios – sin concesiones: Kevin es un monstruo, pero Eva no es una madre abnegada. Esto lo entiende claramente la directora/guionista, y lo plasma con cuidadosas pinceladas: hay algo espantoso en esta casa, pero no es actividad paranormal. Se trata de una familia que finge querer ser lo que no es: Eva finge desear ser madre (cuando en realidad preferiría estar en Francia, pero si lo verbaliza la odiarán y no puede con el rechazo, al menos al principio), Franklin – John C. Reilly en una interpretación dolorosamente honesta – finge ser un padrazo (cuando en realidad es solo un títere) y Kevin finge que es humano. En esta familia la única real es Celie (Ashley Gerasimovich), pero la inocencia no garantiza dicha en el porvenir.

Como al frente de una compañía teatral que opera en torno de los dos intérpretes centrales – la Swinton y Miller – Ramsay presenta una monumental tragedia griega al estilo americano: todos los elementos están; la opulencia doméstica que suple la absoluta falta de conexión; la violencia gratuita – aunque no haya prácticamente ni una gota de sangre –; las consecuencias de un crimen indescriptible que Eva deberá asumir con gracia y estoicismo (el rechazo tan temido alcanzará proporciones épicas y tendrá que aguantarlo), no como una mártir, sino como una penitente que está muy lejos de alcanzar cualquier tipo de expiación. Tenemos que hablar de Kevin y de su manera de mostrarnos nuestro rostro en otra luz: ¿Esta clase de cosas sólo le pasan a otra gente? Como Eva, Tilda Swinton da una interpretación magistral, descarnada, desoladora, que palpita en un gran filme, sobrio, bellamente realizado, que toma absolutamente todos los mitos que el cine nos ha dado por décadas sobre la maternidad y en nuestra cara los dinamita.

Por supuesto, usted seguirá hablando de Kevin, por mucho tiempo.

Tenemos que hablar de Kevin/We Need To Talk About Kevin
Con Tilda Swinton, Ezra Miller, John C. Reilly, Ashley Gerasimovich, Jasper Newell, Rocky Due y Siobhan Fallon Hogan.
Dirige Lynne Ramsay
Reino Unido 2011


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13 Asesinos / 13 Assassins, de Takashi Miike

David Guzmán.




Que Takashi Miike hace buenas cosas, sin duda. Su talento no está en duda. Hoy viendo 13 Asesinos, corroboré que sabe lo que hace. Hay muchos detalles en el film que dan cuenta de un cineasta que tenía en mente una película medida y calibrada, aunque en lo personal el tema me quedó lejos.

13 Asesinos no deja de ser cine de entretenimiento y esa es una de sus mayores virtudes porque con Miike, es entretenimiento bien manufacturado. Igualmente lo es que aquí no vamos a ver –en los combates- destellos del género wuxia…todo es tan elemental que asombra. No veremos a los guerreros volar como en El Tigre y El Dragón o los grandes despliegues visuales de Héroe o La Casa de las Dagas Voladoras de Zhang Yimou. Miike opta por "lo humanamente posible" y ello brinda la posibilidad de disfrutar su película en un plano mas terrenal y al mismo tiempo, más limitado pero no carente de ingenio para armar la trama y plasmarla visualmente.


Pero hurgando un poco lo que me mantuvo distante empecé con mi mala costumbre de relacionar los films que veo; así encontré que la anécdota es similar a la de 300 de Zack Snyder pero versión samurái, que de los 13 guerreros uno tendría que ser el cómico, que el final debía contemplar el enfrentamiento de los pesos pesados (que me supo a tan poco, quizá porque el villano es un tanto acartonado) y que son distinguibles fácilmente dos partes del film: la primera mitad con lentitud que amenaza con ponernos a dormir y la segunda con ciertos (para mi gusto) excesos y especialmente de metraje.

Se nota un poco lejos el Miike de Audition pero en buen sentido. Como realizador ha crecido, es solo que a 13 Asesinos no hay que exigirle una trama profunda, aunque a ratos hay pinceladas de ella. La idea más polémica que se me atravesó al verla es que, seguramente, en otros tiempos, (tiempos pasados) 13 Asesinos seguramente sería mejor apreciada por un servidor que ahora, porque sin duda tiene elementos sobresalientes, pero…insisto: ya son otros tiempos. Lo que sí puedo afirmar es que Kurosawa la habría aplaudido hasta llorar, como todos los críticos que se nombran en el póster.

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Tenemos que hablar de Tilda

La formidable actriz británica Tilda Swinton habla en exclusiva acerca de su más reciente filme, que ha suscitado una ola de polémica y de reconocimientos a la mejor interpretación de su carrera.

Miguel Cane


Alta y delgada, afable y sencilla. No parece una estrella de cine (“¡es que no lo soy!” dice entre risas), ni tampoco da el aspecto de ser una actriz que desde Cannes 2011 ha dado mucho de qué hablar con su visceral y descarnada creación de una madre devastada por el remordimiento, el horror y la misericordia en el filme de Lynne Ramsay Tenemos que hablar de Kevin, basado en la impactante novela de Lionel Shriver. En ella, Tilda Swinton (Londres, 1960) encarna a Eva Khatchadourian, una mujer sofisticada y culta, que se descubre paralizada por las exigencias de la maternidad, por la animadversión innata de su primogénito, Kevin – interpretado con maestría por el muy joven Ezra Miller – y por las consecuencias del espantoso crimen que éste comete, obligándola a cargar con eso por el resto de su vida.


Este proyecto lo tenían Lynne y tú desde hace tiempo, y de hecho, tuvieron que hacer mucho para conseguir financiarlo. Tú no le haces ascos a los temas escabrosos (basta ver Zona de guerra) Pero, ¿cómo surge el interés por una historia como ésta?
No sé si el libro, que es estupendo, abrumador, me habría interesado tanto, si no hubiera sido yo madre al leerlo, aunque supongamos que sí. El caso es que al terminar de leerlo, al llegar a esa última carta de Eva a su marido, Franklin [la novela está escrita de modo epistolar], la carta que lo revela todo, pensé que era importantísimo filmarlo. Lo que más me impactó, fue la forma tan clara en que Lionel Shriver describe lo indecible acerca del instinto materno. Me fascinó encontrar a estos personajes: gente que no sabe ser gente, padres que no saben ser padres, un chico que no quiere ser humano.


Decías que te interesó más el libro porque eras madre, al leerlo. ¿Esto de algún modo se tradujo en tu percepción de la historia, no solo como lectora, si no al momento de encarnar a Eva?
Mis gemelos ya habían nacido cuando compré el libro. Pensé mucho en ellos, leyéndolo, y en el periodo inmediatamente posterior a su nacimiento. Lo primero que me sorprendió del hecho de pasar de estar encinta -- que de por sí, ya fue tarde en mi vida, tenía cuarenta años recién cumplidos cuando me embaracé -- a ya ser madre, fue que los niños me parecieran personas autónomas desde el principio, y curiosamente, lo apegada que me sentí a ellos sólo de verlos. Antes de decidir tenerlos, nunca se me habría ocurrido que podía ser de otra manera, y al leer cómo Eva se descubre completamente ajena al niño que acaba de parir, y cómo éste parece notarlo desde un principio, volviéndose su adversario, me sentí profundamente intrigada.


El filme, tal como está, parece enfocarse más en los aspectos de la maternidad y la relación entre Eva y Kevin, que en la tragedia que éste desencadena.
Efectivamente. Ese es el foco. No importa tanto en lo que Kevin se convierte; hay cosas más horripilantes en el corazón de la cinta. Para mí, hay más violencia en la relación familiar de Eva, Franklin y Kevin, su incapacidad de conectar el uno con el otro, que en la masacre cometida. La violencia que aparece en la película, es mínima. No necesitábamos sangre para transmitir este horror. Lo que realmente vemos, es una desconexión, una ausencia total de afecto, de compromiso, de sentimientos entre madre e hijo. Eso es más brutal que ver cómo se destripa a alguien en primer plano, creo yo.

Pero Eva hace un esfuerzo, uno genuino, por acercarse a su hijo. Incluso renuncia a su pasión, que es viajar, para intentarlo. ¿Dirías que esta es una de las causas de la guerrilla entre ambos?
Guerrilla. Esa es una buena palabra. Sí, es algo parecido a terrorismo doméstico, y domesticado. Eva se siente emboscada por su embarazo – de hecho, por ambos, aunque el caso de Celie, su hijita, es completamente diferente – y por lo mismo, su estado de negación cuando nace Kevin es palpable. Es como una niña testaruda que se niega a aceptar el cambio, hasta que se acostumbra a él: Kevin lo nota, de hecho, lo verbaliza claramente. Eva finje que quiere ser madre, del mismo modo que Franklin también se engaña a sí mismo jactándose ante sí mismo de ser un padrazo con Kevin y de tener la familia perfecta en un hogar perfecto y que logró domar a Eva, que era un potro salvaje, para convertirla en el ama de casa perfecta. Lo cual obviamente, contribuye a que el niño desde muy temprana edad sepa cómo manipularlos como un titiritero supremo.


¿Dirías entonces que todos en la familia, con la excepción de Celie, fingen ser lo que no son?
Exacto. Franklin adopta siempre la irritante pose de “Papá Santa Claus” lo que reduce a Eva a ser “la bruja de tu madre”, mientras que ella piensa todo el tiempo “preferiria estar en Francia, o en Tangañica, o en Rusia, pero no voy a dejar que nadie lo note, para que no me odien.” Naturalmente, Kevin se da cuenta de todo, es superdotado y lo sabe aún antes que sus padres, que son tan inmaduros, así que se dedica a representar otros papeles para ellos, mientras calcula sus límites para hacer lo que realmente desea. En realidad, la única en esa maldita casa que es honesta y pura y que no se merece lo que le pasa es Celie. Ella es el verdadero mártir, no Kevin, ni Eva, ni nadie más.

¿Entonces la actitud del padre es aún peor que la de Eva, dadas las consecuencias?
Sí, es algo muy claro. Franklin, como padre, le escurre al bulto, para no tener que ser “el policía malo”. Lo más terrible, es que lo vemos con frecuencia en otros casos. Uno de los padres se instala en la negación al punto de que su ceguera es absoluta. Creo que esto es también un comentario muy agudo que hace Lionel Shriver sobre el estado de las cosas en los Estados Unidos en la década pasada, particularmente entre los círculos de la gente adinerada, que piensa que el horror no puede tocarlos. Que no lo generan porque tienen la típica casa en los suburbios, con valla y jardín. Ella, como autora toma todos esos elementos, les arranca la cosmética y nos los muestra tal cual son. Lynne hace exactamente lo mismo, pero con su óptica particular.

Has trabajado con grandes directores independientes – desde Derek Jarman y Sally Potter, a Wes Anderson, Bèla Tarr y Luca Guadagnino; de este modo haz adquirido una reputación como una artista que busca colaborar con creadores de visiones únicas. ¿Es difícil lograrlo, decirle que no a proyectos más lucrativos?
Es que yo no querría trabajar de otra manera. No puedo. No me interesa el dinero que pueda o no ganar. Me malacostumbré, al empezar mi trabajo con Derek. Podía haber hecho otras cosas, buscar más seguridad económica o celebridad, pero no se trata de eso. Yo siempre he querido algo más, algo que me signifique cosas a nivel personal y estas colaboraciones que mencionas, como Kevin, Orlando o Yo soy el amor, son importantes para mí, porque me dan la libertad de explorar lo que deseo. Me siento muy honrada de haber colaborado con tantos y tan buenos cineastas. Eso ha definido mi carrera. Y ha dado un sentido a mi vida, también.

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